La nada cotidiana
Novela tristemente hermosa, con momentos magistrales, como el capitulo de la Casa de las Exculturas, la imagen de Aida y el esposo que se volvió loco; los personajes del Traidor y el Nihilista, el Lince y la Gusana.
El capitulo el cual debía ser un oasis de erótica alegría y que describe explícitamente el acto amoroso entre Yocandra y el Nihilista, creo que es la parte mas débil del relato y que al ser tan elaborada se convierte en una farsa fantasmalmente trágica de ese encuentro candente de dos cuerpos que se desgajan bajo un aguacero de pasion habanera. No es un momento para gozar junto con Yocandra, se siente lástima debido al exceso de imagenes portadoras de todo menos de erotismo.
Si algo nos muestra este relato, es la certeza de estar leyendo a una escritora excepcional que va a dejar una profunda huella en la historia de la literatura hispánica, ojala que no zozobre en ese mar de la nada cotidiana que quiere asfixiar a los escritores cubanos. Viva Cuba..!